Mezquita de la Meca, Hajj #Ramadan2013

miércoles, 31 de julio de 2013

La caridad es un importante componente #Ramadan2013 ☪☝

La caridad es un importante componente del Ramadán, y se cree que quienes donan a los menos afortunados en este mes reciben bendiciones especiales

JERUSALEN. –Cuando el sol del ocaso hace brillar al domo dorado de la mezquita Al Aqsa de Jerusalén, el llamado a la oración durante el mes sagrado del ramadán resuena con un mensaje especial para las almas y los cuerpos de los fieles.
La melodía antigua en árabe de "Dios es grande, vengan a rezar", emite un nuevo trasfondo: "Dios es grande, vengan a comer".
En lugar de un momento de sufrimiento, muchos del 1.2 mil millones de musulmanes en el mundo consideran al ramadán como una época de renovación espiritual, de reconexión con su Creador y de restauración del equilibrio en sus vidas. Mientras que los piadosos no comen ni beben ni fuman ni tienen relaciones sexuales durante el día, estas prohibiciones terminan una vez que se ha puesto el sol, una libertad que desemboca en celebraciones nocturnas de acción de gracias.

"La mayor parte del tiempo, la gente se mima demasiado con la comida, el sexo y el consumismo, y se olvida de otras partes de la vida. El ramadán equilibra las necesidades materiales y espirituales. Nos enseña disciplina, paciencia y gratitud por todos los regalos de Dios", dijo el jeque Bkirat, un imán –o líder de las oraciones– en el tercer templo más agrado del islam.
El ramadán, el noveno mes del calendario islámico, conmemora las revelaciones de las Escrituras recibidas por Muhammed y codificadas en el libro santo musulmán, el Corán. Debido a que el calendario islámico está basado en el ciclo lunar, el ramadán cae en días diferentes cada año. Este año en el Medio Oriente, los países alrededor del Mediterráneo empezaron el ramadán el 26 de octubre, mientras que los que están en torno al golfo Pérsico, el 27 del mismo mes. Termina con el día de fiesta de Eid Al Fitr.
Durante el mes, el ritmo de la vida cambia en el Medio Oriente. Por lo general, los trabajadores gubernamentales de toda la región se permiten unas vacaciones largamente esperadas. Con la excepción de los lugares donde hay poblaciones cristianas significativas, como Jerusalén y Beirut, la capital libanesa, los restaurantes cierran durante el día para no tentar a la fuerza de voluntad.
En su mayor parte, las escuelas permanecen abiertas. Los negocios privados como las tiendas de abarrotes y de regalos atienden en forma rápida y eficiente, gracias a las comilonas llamadas iftaar que rompen el ayuno diario tan pronto como la última luz abandona el cielo. En Jerusalén, esto sucede alrededor de las 5:10 de la tarde.
Por los senderos serpenteantes de la amurallada ciudad vieja de Jerusalén, y a lo largo de la calle Salahuddin, la principal área comercial para los palestinos, los días del ramadán tienen un aire ajetreado y festivo similar a las agitadas compras de último momento el día de Noche Buena.
Para media mañana, las calles se encuentran llenas de personas que compran verduras y carne, así como dulces especialmente confeccionados. Conforme las primeras sombras invernales se alargan, las multitudes disminuyen cuando las esposas y madres van a sus casas a empezar a cocinar.
Para las 4:00 de la tarde, bajan las cortinas de las tiendas y las calles están congestionadas por los autobuses y coches, cuando la gente corre para llegar al lugar donde planea tomar su primer vaso de agua y su primera probada de alimento, ya sea en la propia casa o en la de un pariente o en la mezquita Al Aqsa, que diario recibe a entre 30 mil y 150 mil creyentes.
En Al Aqsa, al igual que en la mayoría de los centros islámicos de todo el mundo, se organizan las iftaar para aquellas familias demasiado pobres como para darse el lujo de preparar mucha comida cada noche.
El ramadán pone un énfasis especial en la comunidad. "Sufrimos juntos en el día al ayunar, y juntos celebramos cada noche comiendo", dijo el jeque Bkirat, quien ha estado a cargo de los preparativos de la iftaar en la mezquita durante los últimos 18 años.
La caridad es un importante componente del ramadán, y se cree que quienes donan a los menos afortunados en este mes reciben bendiciones especiales. A diferencia de años anteriores, la mayor parte de las donaciones para la iftaar en Al Aqsa han llegado del extranjero, específicamente de la familia gobernante de los Emiratos Arabes Unidos, que aportó 1.2 millón de dólares para el ramadán.
Cada mezquita, ya sea que esté en Marruecos, Malasia o Manhattan, sigue el mismo ritual, las tradiciones en las que participó el propio Muhammed.
El primer alimento y la primera bebida del día –dátiles, agua– son distribuidos cuando el almuecín inicia el llamado vespertino a la oración, cantado en el momento en el que la luz se pierde en el horizonte. Los dátiles son una fuente de la que rápidamente se obtiene la energía necesaria para revitalizar la mente y preparar el cuerpo para la iftaar más pesada, que se come después de este servicio de oración.
La iftaar en sí misma es un asunto rápido, con la cual los cuerpos hambrientos se llenan de carne, arroz y líquidos que les fueron negados durante el día. Después de comer, se pasa el tiempo socializando. En una noche reciente en Al Aqsa, familias saciadas, con sonrisas en el rostro, se ponían al corriente de los chismes con los vecinos, mientras los niños comían dulces y jugaban a la roña con los primos y amigos.
El ritmo pausado llega a su fin cerca de dos horas después. Durante el ramadán, el programa regular de oraciones de cinco veces al día tiene otro servicio más denominado tarawiye, durante el cual se leen partes consecutivas de el Corán.
Para el día 27 del ramadán, la congregación habrá escuchado el Corán completo, y el momento de la oración se convierte en un momento para más festejos y para la celebración de Eid Al Fitr, el primer día del décimo mes.


Fuente: The New York Times News Service

#Ramadan2013 ☪☝Compartiendo la ruptura del ayuno




Dijo el Profeta Muhammad (BP): “Os ha venido el mes de Ramadán, un mes bendito, en el cual Al-lâh os impuso ayunar. En él son abiertas las puertas de los jardines (paradisíacos) y son encadenados en él los demonios”.
Queridos hermanos, nos encontramos nuevamente en el Sagrado mes de Ramadán. Es el tiempo del ayuno espiritual y físico como ofrenda al Todopoderoso. Es el mes de Al-lâh, del Sagrado Corán y la súplica. En él la Misericordia, la Indulgencia y las Bendiciones divinas colman nuestra existencia. Ramadán es el mes de Al-lâh y el más noble de los meses. En él las puertas del cielo, de la Misericordia y el Paraíso están abiertas. En una de sus noches la adoración equivale a la de mil meses.

En efecto, en los últimos diez días de Ramadán en un día impar, sucede esta bendita noche llamada Al-Qadr, en la que se reveló el Sagrado Corán completamente en el corazón del Profeta Muhammad (BP):

“Por cierto que hemos revelado el Corán en la Noche de Al-Qadr (Decreto, Manifestación de la Voluntad Divina) y ¿qué te hará entender lo que es la Noche del Decreto? La Noche del Decreto es mejor que mil meses. En ella descienden los ángeles con el Espíritu, con la anuencia de su Señor, para ejecutar todas Sus órdenes. Ella es paz hasta que surge la Aurora” (Sura 97).

Quien ayuna no sólo se abstiene de ingerir alimentos sino de otras acciones que lo desvían de la Verdad. Tanto nuestros órganos como nuestros cinco sentidos deben entrar en el recinto sagrado del ayuno para purificarse de todo error, exceso e imperfección. Es un mes idóneo para la reflexión y la introspección para todos aquellos creyentes que buscan el acercamiento a su Señor. La sincera devoción, en este sagrado mes, se ve recompensada por la iluminación.

Ramadán

Acerquémonos a Al-lâh mediante la lectura del Corán, las súplicas y las alabanzas.

Dijo el Imam Ya'far As-Sadiq (P):

“Los días en que ayunáis no deben ser iguales al resto de vuestros días, pues el ayuno no consiste solamente en dejar de comer y beber, sino que en ellos debéis proteger vuestros órganos del pecado, de lo ilícito y también de lo desaconsejable. Cuidad vuestras lenguas de la mentira, cerrad los ojos a lo prohibido, no peliéis, no envidiéis, no habléis mal de vuestros hermanos, no discutáis sin motivo, no hagáis juramentos, no ofendáis ni insultéis. No olvidéis el recuerdo de Al-lâh. Manteneos en silencio cuando sea necesario callar, sed pacientes y veraces, alejaos de los malvados. Evitad la calumnia y la enemistad, no penséis mal de vuestros hermanos en la fe. Alejaos de la maledicencia y la cizaña. Preparaos a cada instante para el viaje al otro mundo. Esperad ansiosamente la aparición de vuestro Qa'im (El Imam Mahdi, el Salvador), tened esperanza en la recompensa de la otra vida. Aprovisionaos con actos benevolentes para vuestro viaje. Mantened vuestros corazones sosegados y vuestros cuerpos tranquilos. Sed humildes y sumisos ante Al-lâh. Temedle al igual que un esclavo teme a su amo, temed su castigo y esperad su misericordia. ¡Oh ayunantes! debéis purificar vuestros corazones de defectos y vuestras almas de engaños y astucias, al igual que vuestros cuerpos de la suciedad. Practicad todo lo aconsejado y vuestros ayunos serán verdaderos”

IA 'ALIU IA 'AZIMU IA GAFURU IA RAHIMU ANTAR RABBUL 'AZIMUL LADHI LAISA KAMIZLIHI SHAI'UN UA HUAS SAMI'UL BASIR.

UA HADHA SHAHRUN 'AZZAMTAHU UA KARRAMTAHU UA SHARRAFTAHU UA FADDALTAHU 'ALASH SHUHURI UA HUASH SHAHRUL LADHI FARADTA SIAMAHU 'ALAII UA HUA SHAHRU RAMADAN AL LADHI ANZALTA FIHIL QURANA HUDAN LIN NASI UA BAIINNATIN MINAL HUDA UAL FURQAN.

UA YA'ALTA FIHI LAILATAL QADRI UA YA'ALTAHA JAIRAN MIN ALFI SHAHRIN. FAIA DHAL MANNI UA LA IUMANNU 'ALAIKA MUNNA 'ALAIIA BIFAKAKI RAQABATI MINAN NARI FIMAN TAMUNNU 'ALAIHI UA ADJILNIL YANNATA BIRAHMATIKA IA ARHAMAR RAHIMIN.

¡Oh Altísimo! ¡Oh Ingente! ¡Oh Perdonador! ¡Oh Misericordiosísimo! ¡Tú eres el Señor Majestuoso, el que no tiene nada semejante! ¡Él es el Omnioyente, Omnividente!

Este es un mes que engrandeciste, honraste, ennobleciste y preferiste a otros meses. Este es el mes en el que me ordenaste ayunar. Este es el mes de Ramadán en el que revelaste el Corán, como Guía para la humanidad y evidencia de la Guía y el discernimiento.

Estableciste en él la Noche del Decreto y estableciste que esta noche sea mejor que mil meses. ¡Poseedor de los Dones, al que nadie puede dotar de nada! ¡Agráciame liberándome del Fuego, entre aquéllos que liberas! ¡Introdúceme en el Paraíso, por Tu Misericordia, el más Misericordioso de los misericordiosos!
Mes de la liberación de la prisión del ego.
Mes de acercamiento a Al-lâh.

Por Zohre Rabbani

La paz sea sobre ti, ¡oh el más distinguido mes de Al-lâh!
La paz sea sobre ti, ¡oh mes de los próximos a Al-lâh!
La paz sea sobre ti, ¡oh mejor tiempo de entre los tiempos!
¡La paz sea sobre ti y tu noche del decreto, que es más meritoria que mil meses! 

(Sahifat-us Sayyadiiah - Súplica Nº 45)

Las bendiciones sean sobre Ramadán, el mes de Al-lâh, el mes del Corán, el mes de la gente, el mes del despertar, el mes del perdón y la misericordia, el mes del Decreto, en que los hombres se reencuentran a sí mismos y se remontan desde el mundo terrenal hacia el mundo celestial, en que los cuerpos esclavos de su propio ego se liberan y encuentran a su Señor. Ramadán es el gran campo de la perfección, la pista más larga para despegar. Es el mes de convertirse en humano y vicario de Al-lâh. Ramadán es una escuela, escuela de amor, conocimiento y sinceridad. Es el mes de la auto-realización y la liberación para despojarse de todo aquello que no es Al-lâh.

Ramadán es un ejercicio. Una práctica para todo el año. Es una forma de ejercitar la manera de hablar, de mirar, de pensar, y de suplicar a Al-lâh; conocimiento y enseñanza que contiene un solo objetivo, una sola intención: la satisfacción de Al-lâh.

Los más importantes efectos y frutos de este gran mes, son:

1. Conocer el Corán: Ramadán es el mes en el cual el Generoso Corán ha sido revelado al corazón del Profeta (BP) en forma completa. El Corán es la mesa servida de la misericordia de Al-lâh que ha sido tendida solo para el ser humano. Nadie se levanta de esta mesa sin haber aprovechado algo. Quien solo lo mira, quien lo recita, quien medita en sus aleyas... Todos gozan de él, naturalmente en diferentes grados.

Dice el Imam Jomeini en su libro Adab-us Salat: “La gracia más grande de Al-lâh es el Corán. Si deseas recibir la extensa misericordia de Al-lâh, aprovecha esta gracia”.

Y dice otro sabio, el maestro Hasan Zadé Amolí: “El Corán es el agua vivificadora del hombre. Esta agua también busca al hombre de la misma manera que el hombre la busca”.

Y Ramadán es el mejor momento para aprovechar el Corán, ya que hemos sido invitados al banquete de Al-lâh. Dice el Imam Jomeini respecto a este banquete: “Aprovecha esta invitación. Es una invitación muy elevada y delicada... El mes de Ramadán puede educarnos de tal manera que perduren sus efectos hasta el Ramadán venidero...”

El Imam en otras de sus palabras nos enseña el camino para entrar al banquete que Al-lâh ha dispuesto para nosotros: “Lo que nos ayuda a entrar en el banquete de Al-lâh es que dejemos de lado todo lo que no sea Al-lâh... Esta participación tiene varios niveles, de acuerdo con los grados de espiritualidad de los hombres. El primer paso consiste en no prestar la mínima atención a los asuntos mundanales. No ver más que a Él. No aspirar más que a Él... Todas las personas, según sus capacidades, deben renunciar al mundo. Tratad de que vuestro corazón no esté apegado al mundo...”

2. Las nobles virtudes: Otro de los más importantes efectos de este mes es el obtener nobles cualidades. El ayunante, en el mes de Ramadán debe ayunar de tal forma que todo su ser se encuentre ayunando, todo su ser esté alejado de la rebelión y la desobediencia. Dice el Imam Ya’far As-Sadiq (P) al respecto:

“Cuando ayunes, entonces que ayune tu oído, tu vista, tu piel y todo lo que te pertenece. Tu día de ayuno no debe ser igual al resto de tus días” (Uasa’il-ush Shi’ah, T. 7, p. 116).

El ayunante debe evitar ver cualquier escena pecaminosa. Solo debe mirar en la Creación de Al-lâh y conocer así la filosofía de la vida. Debe además evitar oír palabras engañosas. Ha de reflexionar en lo que oye, diferenciar y diagnosticar la verdad de la falsedad, reconocer los susurros de satanás, tratar de concebir el mensaje de cada ser en la naturaleza y alejarse de lugares donde se hace maledicencia, calumnia, mentira, etc.

La lengua del ayunante no tiene que decir más que la verdad y ordenar el bien y prohibir el mal. Tiene que estar al servicio de los siervos de Al-lâh. El ayunante debe recordarle solo a Él, practicar la sinceridad en la intención y en la práctica, luchar contra cualquier clase de ostentación, y controlar sus actos hasta el más insignificante. De esta forma es que puede ser Su invitado, acercarse a lo celestial y angelical y llegar al grado de proximidad a Al-lâh.

El Imam Ya’far As-Sadiq dice al respecto: “Ayunar no es solo abstenerse de comer y beber. Al-lâh ha convertido al ayuno en un velo entre el siervo y todo tipo de pecado. Quien tenga en cuenta estas condiciones es un “ayunante”. ¡Qué pocos son los ayunantes y qué numerosos los hambrientos!”

3. La salud física: Otro de los efectos importantes del ayuno es la salud y el bienestar. No comer es la característica más exponente del ayuno. El cuerpo, frente a esta tentación, no solo siente el sabor del hambre y se siente más responsable, sino que además lucha por medio de esta práctica contra todas las debilidades naturales del cuerpo.

Un estudio respecto a los efectos de ayunar nos muestra que esta práctica juega tanto el papel de curar como el de prevenir, ayuda a normalizar el metabolismo corporal y elimina las imperfecciones biológicas.

Existen numerosos médicos que curan a algunos de sus pacientes por medio de regímenes que oscilan entre la abstención total y la parcial, llegando a obtener sorprendentes resultados. De entre estos médicos se puede nombrar al Dr. Gulpa, al Dr. Ehret y al Dr. Bertholet, cuyos métodos de curar están basados en “ayunar”, y han escrito libros respecto al tema.

Aunque el ayuno medicinal y religioso difieren en varios aspectos, desde el punto de vista de la higiene y la salud poseen puntos en común.

En un dicho, el Enviado de Al-lâh (BP) menciona las características de un ayuno verdadero: “Dijo Al-lâh el Altísimo: «El ayuno me pertenece y Yo soy su recompensa». El ayuno aleja la concupiscencia y las pasiones. Es la vida del corazón, la pureza de los miembros externos e internos. Vivifica lo externo e interno del hombre. Lleva a agradecer las mercedes del Creador y la bondad hacia los pobres. Aumenta el sometimiento y acercamiento a Al-lâh, como también la esperanza en Él. Disminuye los instintos pasionales. El ayuno facilita el cómputo en el Día del Juicio Final y duplica las buenas acciones. Existen en el ayuno tantos beneficios que los contadores son incapaces de computarlos. Y lo mencionado es suficiente para que el dotado de intelecto tenga éxito en practicarlo”. (Al-Mizan,T2).

Esto solo sólo constituye una parte de las características del ayuno, pero otro asunto muy importante en el mes de Ramadán y sobre lo que las súplicas nos hablan, es la noche del Qadr. Dice el Imam Jomeini al respecto: “Si supiéramos el secreto de la noche del Decreto y el secreto del descenso de los ángeles en esta noche -puesto que continúan bajando para el Imam Mahdi (P) en todas las noches del Decreto-, todos nuestros problemas se nos facilitarían. Todas nuestras dificultades se deben a que nos encontramos tras un velo. No podemos observar la realidad tal como es, ni el sistema de la existencia en su orden real”. 

El Saiid ibn Tawus relata un dicho del Profeta del Islam respecto a esta noche: “Moisés dijo: '¡Señor mío! Anhelo Tu proximidad!'. Le dijo Al-lâh: «Mi proximidad pertenece a quien permanezca en vela durante la noche del Decreto» Dijo: '¡Al-lâh mío! Agráciame con tu misericordia'. Respondió: «Mi misericordia pertenece a quien sea compasivo en esta noche con los indigentes». Dijo: 'Deseo poder atravesar el puente de sirat (en el día del Juicio Final)'. Dijo: «Esto pertenece a quien en la noche del Qadr haga una caridad». Dijo: 'Deseo beneficiarme de los árboles del Paraíso y comer de sus frutos'. Respondió: «Esto es para quien Me alabe en esta noche». Dijo: '¡Al-lâh mío!, te ruego Tu satisfacción'. Respondió: «Esto es para quien realice dos ciclos de oración en la noche del Decreto». Dijo: 'Anhelo mi salvación'. Preguntó: «¿Salvarte del Fuego?» Dijo: 'Sí'. Respondió: «Ello es para quien en la noche del Decreto pida perdón a Al-lâh». (Adab-us Salat, de Imam Jomeini).

En fin, esta noche posee una superioridad extraordinaria respecto a otras noches del año, y el ayunante debe conocer su trascendencia y esforzarse para aprovechar de sus incontables bendiciones.

Hay que saber poner cada cosa en su lugar y dejarla en él pero, para ello, hace falta una comprensión del orden universal que escapa al mundo occidental.

Zohre Rabbani



domingo, 28 de julio de 2013

Sobre el mes de #Ramadan2013 ☪☝

 Al tiempo que van transcurriendo los días de ayuno del mes de Ramadán, sería bueno recordar que no se trata meramente de un mes durante el cual se nos prescribe solamente que nos abstengamos de comer o beber durante una serie de horas al día. Ramadán es un mes especial por varias razones; fue el mes en el que le fueron reveladas las primeras ayats del noble Corán al Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) en la soledad de la cueva de Hira. 


De igual manera, Allah dice que éste fue el mes en el que el Corán -la Palabra trascendente de Allah preservada desde la eternidad en el Lawh Mahfud (La Tabla Preservada) - fue hecho descender en su forma terrenal como guía para toda la humanidad hasta la eternidad (Corán: 85:22).

Una serie de hitos islámicos históricos importantes están asociados con el mes de Ramadán. En el segundo año de la Hégira, la naciente comunidad musulmana fue puesta a prueba en la batalla de Badr durante este mes. 
A pesar de la desproporción numérica de tres a uno, los musulmanes se alzaron victoriosos. Badr puede ser considerada como la victoria más crucial en la historia del Islam, pues una derrota hubiera supuesto un duro golpe a la misión profética. Los primeros musulmanes fueron puestos a prueba en diferentes batallas, saboreando tanto la derrota como la victoria, pero gracias a su perseverancia y constancia al final triunfaron sobre todos sus enemigos.

La victoria mayor tuvo lugar con la liberación de Meca, conocida como Umm al-Qura (la Madre de todas las ciudades), en el año ocho de la Hégira. Los musulmanes entraron triunfantes en Meca, para liberarla no solo de los grilletes de los idólatras Quraishíes, sino también para limpiar la Ka'aba de todas las idolatrías que habían contaminado sus santos lugares durante generaciones. Meca es algo esencial dentro del Islam; hoy en día, otras clases de ídolos contaminan sus entornos, en la forma de monarquías, tribalismo y toda clase de nacionalismos. Hoy en día se impone una nueva limpieza, que no podrá ser realizada sin la liberación de los grilletes de los modernos sucesores de Abu Yahl y Abu Lahab. Esto constituye un prerrequisito para la detención y marcha atrás del curso que ha tomado la historia del Islam.
Los ayunos de Ramadán no sólo implican privarse de alimento y bebida durante varias horas, sino que también tienen como objetivo la consecución de la conciencia y la solidaridad social. El Profeta (la paz y las bendiciones sean con él) dijo que la ruptura del ayuno de una comunidad que ayuna no es aceptada si alguien de la comunidad pasa hambre. El Imam Hussein (Allah está complacido con él), su ilustre nieto, dijo cuando se le preguntó por Ramadán: "Se trata de que el rico pueda sentir los dolores del hambre y sepa apreciar lo que el pobre ha de soportar y por tanto comparta las generosidades de Allah con ellos." Ramadán es el mes del compartir y por tanto de la donación. También es en este mes cuando tradicionalmente los musulmanes dan el Zakat con el objeto de limpiar la riqueza que han acumulado en los doce meses precedentes.
Ramadán, sin embargo, debe ser visto fundamentalmente como el mes de la solidaridad. Hoy día en el que los musulmanes siguen luchando contra la opresión en muchas partes del planeta -Palestina, Iraq, Chechenia, Afganistán y Cachemira- es una obligación que pesa sobre todo musulmán el compartir su dolor y sus sufrimientos. Ramadán debe agitarnos interiormente para que redoblemos nuestros esfuerzos en ayudarles en sus luchas para la liberación y la existencia de una vida digna.
El Islam no es un Din que dé a los individuos un pasaporte rápido con tan solo realizar unos cuantos actos rituales, tales como ayunar o realizar Salats voluntarios, a pesar de la importancia que en sí tienen estos actos. Es Islam es la elección de Allah para la humanidad; en su sentido más básico significa una total rendición a Allah, y una dimensión importante de esta rendición es la ayuda al necesitado o a aquel que es víctima del sufrimiento y la persecución. La grave situación de los musulmanes en todo el mundo debería hacer más fácil la comprensión de lo que debemos hacer.