Mezquita de la Meca, Hajj #Ramadan2013

sábado, 6 de julio de 2013

Sobre el mes de #Ramadan2013 ☪☝

        Al tiempo que van transcurriendo los días de ayuno del mes de Ramadán, sería bueno recordar que no se trata meramente de un mes durante el cual se nos prescribe solamente que nos abstengamos de comer o beber durante una serie de horas al día. Ramadán es un mes especial por varias razones; fue el mes en el que le fueron reveladas las primeras ayats del noble Corán al Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) en la soledad de la cueva de Hira. 


De igual manera, Allah dice que éste fue el mes en el que el Corán -la Palabra trascendente de Allah preservada desde la eternidad en el Lawh Mahfud (La Tabla Preservada) - fue hecho descender en su forma terrenal como guía para toda la humanidad hasta la eternidad (Corán: 85:22).

Una serie de hitos islámicos históricos importantes están asociados con el mes de Ramadán. En el segundo año de la Hégira, la naciente comunidad musulmana fue puesta a prueba en la batalla de Badr durante este mes. A pesar de la desproporción numérica de tres a uno, los musulmanes se alzaron victoriosos. Badr puede ser considerada como la victoria más crucial en la historia del Islam, pues una derrota hubiera supuesto un duro golpe a la misión profética. Los primeros musulmanes fueron puestos a prueba en diferentes batallas, saboreando tanto la derrota como la victoria, pero gracias a su perseverancia y constancia al final triunfaron sobre todos sus enemigos.

La victoria mayor tuvo lugar con la liberación de Meca, conocida como Umm al-Qura (la Madre de todas las ciudades), en el año ocho de la Hégira. Los musulmanes entraron triunfantes en Meca, para liberarla no solo de los grilletes de los idólatras Quraishíes, sino también para limpiar la Ka'aba de todas las idolatrías que habían contaminado sus santos lugares durante generaciones. Meca es algo esencial dentro del Islam; hoy en día, otras clases de ídolos contaminan sus entornos, en la forma de monarquías, tribalismo y toda clase de nacionalismos. Hoy en día se impone una nueva limpieza, que no podrá ser realizada sin la liberación de los grilletes de los modernos sucesores de Abu Yahl y Abu Lahab. Esto constituye un prerrequisito para la detención y marcha atrás del curso que ha tomado la historia del Islam.

Los ayunos de Ramadán no sólo implican privarse de alimento y bebida durante varias horas, sino que también tienen como objetivo la consecución de la conciencia y la solidaridad social. El Profeta (la paz y las bendiciones sean con él) dijo que la ruptura del ayuno de una comunidad que ayuna no es aceptada si alguien de la comunidad pasa hambre. El Imam Hussein (Allah está complacido con él), su ilustre nieto, dijo cuando se le preguntó por Ramadán: "Se trata de que el rico pueda sentir los dolores del hambre y sepa apreciar lo que el pobre ha de soportar y por tanto comparta las generosidades de Allah con ellos." Ramadán es el mes del compartir y por tanto de la donación. También es en este mes cuando tradicionalmente los musulmanes dan el Zakat con el objeto de limpiar la riqueza que han acumulado en los doce meses precedentes.
Ramadán, sin embargo, debe ser visto fundamentalmente como el mes de la solidaridad. Hoy día en el que los musulmanes siguen luchando contra la opresión en muchas partes del planeta -Palestina, Iraq, Chechenia, Afganistán y Cachemira- es una obligación que pesa sobre todo musulmán el compartir su dolor y sus sufrimientos. Ramadán debe agitarnos interiormente para que redoblemos nuestros esfuerzos en ayudarles en sus luchas para la liberación y la existencia de una vida digna.
El Islam no es un Din que dé a los individuos un pasaporte rápido con tan solo realizar unos cuantos actos rituales, tales como ayunar o realizar Salats voluntarios, a pesar de la importancia que en sí tienen estos actos. Es Islam es la elección de Allah para la humanidad; en su sentido más básico significa una total rendición a Allah, y una dimensión importante de esta rendición es la ayuda al necesitado o a aquel que es víctima del sufrimiento y la persecución. La grave situación de los musulmanes en todo el mundo debería hacer más fácil la comprensión de lo que debemos hacer.

viernes, 5 de julio de 2013

#Ramadan2013 ☪☝ Hadices sobre Ramadan



Bismil-láhir-rahmánir-rahím

Hadiz número 1
Abu Hurairah (Ra) cuenta que el Profeta (s.a.s.) dijo : "Cuando llega el Ramadán, las puertas del Jardín se abren, y las del fuego se cierran, y los demonios son encadenados"
(Al-Bujárí y Muslin)
bismil-láhir-rahmánir-rahím
Hadiz número 2
Abi Hurairah (Ra) cuenta que el Profeta (s.a.s.) dijo : "A aquel que cumple el ayuno a lo largo del Ramadán y lo hace con una apertura sincera hacia su Señor y en la esperanza de hacer méritos, le serán disculpados los olvidos del pasado"
(Al-Bujárí y Muslin)
bismil-láhir-rahmánir-rahím
Hadiz número 3
Anas (Ra) cuenta que el Profeta (s.a.s.) dijo : "Desayunad antes de que comience el ayuno : el desayuno trae bendiciones"
(Al-Bujárí y Muslin)
bismil-láhir-rahmánir-rahím
Hadiz número 4
Abi Hurairah (Ra) cuenta que el Profeta (s.a.s.) dijo : "Si alguien no se abstiene de la falsedad y de la conducta hipócrita. Al-lâh no tiene necesidad alguna de que se abstenga de comida y bebida"
(Al-Bujárí)
bismil-láhir-rahmánir-rahím
Hadiz número 5
Abi Ayub (Ra) cuenta que el Profeta (s.a.s.) dijo : "Aquel que guarda el ayuno durante todo el Ramadán y luego continua ayunando durante los seis primeros días de Shawal, es como si hubiera ayunado durante todo el año"
(Muslin)
bismil-láhir-rahmánir-rahím
Hadiz número 6
Zaid ibn Khalid al juhni (Ra) cuenta que el Profeta (s.a.s.) dijo : "A aquel que ofrece comida para que otro rompa el ayuno le corresponde el mismo mérito que al que ha estado ayunando, sin que disminuya en modo alguno el mérito de esté último"
(Tirmizi)
bismil-láhir-rahmánir-rahím
Hadiz número 7
Ayesa (Ra) cuenta : "Que el Profeta (s.a.s.) solía retirarse a la mezquita durante las diez últimas noches de Ramadán y decía : "Buscad la Noche del Destino entre las diez últimas noches del Ramadán"
(Al-Bujárí y Muslin)
bismil-láhir-rahmánir-rahím
Hadiz número 8
Ibn Umar (Ra) cuenta : "Que el Profeta (s.a.s.) solía retirarse a la mezquita durante los diez últimos días del Ramadán"
(Al-Bujárí y Muslin)
bismil-láhir-rahmánir-rahím
Hadiz número 9
Salman ibn ‘Amir al Dhabi (Ra) cuenta que el Profeta (s.a.s.) dijo : "Romped el ayuno con un dátil, si no, con agua, pues es pura"
(Abu Daud y Tirmizi)
bismil-láhir-rahmánir-rahím
Hadiz número 10
Abu Hurairah (Ra) cuenta que el Profeta (s.a.s.) dijo : "Si alguno de vosotros comiera o bebiera involuntariamente rompiendo el ayuno, deberá continuarlo hasta el final, pues Al-lâh lo ha alimentado y le ha dado de beber"
(Al-Bujárí y Muslin)
bismil-láhir-rahmánir-rahím
Hadiz número 11
Ayesha (Ra) cuenta que el Profeta (s,a,s,) dijo : "Buscad la Noche del Destino entre las noches impares de las diez últimas noches del Ramadán"
(Al-Bujárí)
bismil-láhir-rahmánir-rahím
Hadiz número 12
Ayesha (Ra) cuenta que preguntó al Profeta (s.a.s.) : "Mensajero de Al-lâh, dime, en el caso de que identificara la Noche del Destino. ¿cómo debería invocar a Al-lâh durante ella ? El respondió ; Invoca diciendo : "Al-lâh, Tú eres el Sumo indulgente y amas el perdón, así pues perdóname"
(Tirmizi)
bismil-láhir-rahmánir-rahím
Hadiz número 13
Ayesha (Ra) cuenta : "Que cuando empezaban los diez últimos diez últimos días del Ramadán, El Profeta (s.a.s.) permanecía despierto durante toda la noche y despertaba a su esposa y extremaba el rigor de la orientación de su ser hacia Al-lâh"
(Al-Bujárí y Muslin)
bismil-láhir-rahmánir-rahím
Hadiz número 14
Abi Dharr (Ra) cuenta que el Profeta (s.a.s.) dijo : "Si ayunas tres días al mes, haced que sean los días de las noches decimoterceras, decimocuarta y decimoquinta de la luna" (Tirmizi)
bismil-láhir-rahmánir-rahím
Hadiz número 15
Salman (Ra) cuenta que el Profeta (s.a.s.) dijo : "Vigilar la frontera durante un día y una noche es mejor que el ayuno de un mes y la meditación voluntaria nocturna, y si alguno muere mientras se ocupa de tal vigilancia, aquello en lo que se ocupaba y su provisión serán ambos continuados, y él se librará del tormento de la tumba"
(Muslim)
bismil-láhir-rahmánir-rahím
Hadiz número 16
Ali Qatadah (Ra) cuenta que al Profeta (s.a.s.) le preguntaron por el ayuno en lunes y respondió diciendo : "Ese es el día en el que nací y el día en el que recibí la llamada (o el día en que recibí revelaciones)"
(Muslim)
bismil-láhir-rahmánir-rahím
Hadiz número 17
Ayesha (Ra) cuenta que el Profeta (s.a.s.) estaba comiendo en compañía de sus compañeros cuando llegó un hombre de campo y acabó con la comida en dos bocados. El Noble Profeta (s.a.s.) dijo : "Si hubiera pronunciado el nombre de Al-lâh, habría bastado para todos vosotros"
(Tirmizi)
bismil-láhir-rahmánir-rahím
Hadiz número 18
Abi Hurairah (Ra) cuenta que : "Un hombre del campo se acercó al Profeta (s.a.s.)y dijo : ¡¡Mensajero de Al-lâh, dime que debo hacer para entrar en el Jardín.¡¡ « El Profeta (s.a.s.) respondió : "Entrégate a Al-lâh, haz el Salat, paga el Zakat obligatorio y cumple el ayuno del Ramadán" » El hombre dijo : ¡¡Por Aquel en Cuyas manos está mi vida, nada añadiré a esto¡¡ « Entonces se fue y el Noble Profeta (s.a.s.) dijo a aquellos que le rodeaban :"Aquel que desee contemplar a alguno de los moradores del Jardín que observe a ése " » (Al-Bujárí y Muslim)
bismil-láhir-rahmánir-rahím
Hadiz número 19
Abi Hurairah (Ra) cuenta que el Profeta (s.a.s.) dijo : "El mejor mes para ayunar después de Ramadán es Muharram, y la mejor invocación después de los Salat prescritos es la invocación de la noche"
(Muslim)
bismil-láhir-rahmánir-rahím
Hadiz número 20
Wahsi ibn Harb (Ra) cuenta que unos compañeros del Profeta (s.a.s.) le dijeron : "Mensajero de Allah comemos y no nos sentimos satisfechos. « El Profeta (s.a.s.) respondió : "Tal vez es porque coméis solos" » Ellos dijeron : "Así es en efecto" « El Profeta (s.a.s.) respondió : "Comed juntos y pronunciad el nombre de Al-lâh sobre todos los alimentos. De este modo quedarán bendecidos" »
(Abu Daud) 


#Ramadan2013 ☪☝ Condiciones externas e internas del ayuno


Condiciones externas

     

Foto1. La primera obligación externa es vigilar el comienzo del mes de Ramadán y anunciarlo al observar la luna nueva (al-hilal). Si las nubes imposibilitan la observación de la luna nueva, el mes de Shaban se prolongará treinta días. Por observación entendemos la visión efectiva de la luna nueva. Si alguien oye a un testigo fiable decir que ha visto la luna nueva y le cree, tiene que ayunar.
2. La segunda obligación externa es la intención (niyyah). Cada noche, antes del alba del día siguiente, uno debe mantener la intención de ayunar de una forma específica y deliberada. Si tiene la intención de ayunar el mes de Ramadán pero no renueva su intención cada noche, su ayuno no será válido.
3. La tercera obligación es que, mientras recuerde que está ayunando, la persona debe impedir que entre en su cuerpo, de manera intencional, cualquier sustancia material como comida, bebida, tabaco o enema. Lo que entra en el cuerpo sin querer, como polvo, moscas o agua al enjuagarse la boca no invalida el ayuno.
4. La cuarta obligación es abstenerse de intercambio sexual.
5. La quinta obligación es abstenerse de emitir semen voluntariamente.
6. La sexta obligación externa es abstenerse de vomitar. Sin embargo, si no se puede hacer nada, el ayuno permanece intacto y es válido.

Condiciones internas

Hay ayuno de tres grados:
A. El ayuno de la gente corriente (sawm al-umum)
Foto 
B. El ayuno de la mi¬noría se
C. El ayuno de la élite de los selectos (sawm jusus al-jusus).
El ayuno de la gente corriente implica refrenarse de satisfacer los apetitos del estómago y los apetitos del sexo y está descrito en la sección de las condiciones externas.
El ayuno de los selectos es mantener los oídos, los ojos, la lengua, las manos y otros sentidos libres de malas acciones. Consiste en:
1. Abstenerse de mirar nada desaprobado o nada que ocupe a la persona y le distraiga del recuerdo de Allah.
2. Mantener la lengua libre de desvaríos, mentiras, murmuraciones, chismorreos, obscenidades, injurias, riñas e hipocresía.
3. Cerrar los oídos a todo lo censurable porque todo cuanto es ilícito pronunciar también es ilícito escuchar.
4. Contener los miembros de malas acciones así como evitar comida dudosa para romper el ayuno.
5. No comer en exceso a la ruptura del ayuno.
6. Quedarse en un estado de incertidumbre entre el temor y la esperanza, después de romper el ayuno, acerca de si habrá sido aceptado por Allah.
El ayuno de la elite de los selectos es el ayuno del corazón de malos pensamientos y preocupaciones mundanas y un completo desinterés por lo que no sea Allah y el Último Día, así como de preocupación sobre este mun¬do, excepto en lo que promueve el Din, que pertenece al más allá.

jueves, 4 de julio de 2013

#Ramadan2013 ☪☝El ayuno, Extracto de un jutba

     
Extracto de un jutba pronunciado por el Profeta, 
la paz y las bendiciones sean con él, el último día de Shaban.

¡Creyentes! Se os ha prescrito el ayuno, al igual que se prescribió a los que os precedieron. Quizás, así, temáis a Dios. (Qur'an 2.183)

"Se acerca a vosotros un gran mes, un mes bendito, un mes que contiene una noche que es mejor que mil meses. Allah ha establecido la observancia del ayuno durante él como una práctica obligatoria y pasar sus noches en oración como una práctica voluntaria.

Si alguien se aproxima a Allah durante él con alguna buena acción será como aquel que cumple con una obligación durante otro mes, y quien cumple con una obligación durante él será como aquel que cumple otras setenta obligaciones en cualquier otro mes.

Es el mes de la resistencia y la recompensa de la resistencia es el paraíso. Es el mes para compartir con los demás y un mes en el que aumenta la provisión del creyente.

FotoSi alguien da a quien ha estado ayunando algo con lo que romper su ayuno conseguirá el perdón de sus acciones equivocadas, y se salvará del fuego y tendrá una recompensa similar a la del que ayuna sin que la recompensa de éste disminuya en lo más mínimo...

Allah da esta recompensa a cualquiera que dé a quien ha estado ayunando leche mezclada con agua o un dátil o un sorbo de agua con el que romper su ayuno y a quien da una comida completa al que ha ayunado, Allah le dará una bebida y no tendrá sed hasta que entre en el paraíso.

Es un mes cuyo comienzo es Misericordia, cuya mitad es Perdón y cuyo fin es liberación del Fuego.

Si alguien facilita las cosas a su esclavo durante él, Allah le perdonará y le liberará del Fuego"
Salman al-Farsi


miércoles, 3 de julio de 2013

Algunas notas sobre el ayuno en el mes de Ramadán #Ramadan2013 ☪☝

Bismillahi Arrahamani Arrahim  
En el Nombre de Dios, el Más Clemente, el Misericordioso

He pensado muchas veces en cómo explicar al público occidental qué es el ayuno en el Islam para que pueda entenderlo de forma amena y atractiva. A menudo los discursos fríos y magistrales, alejan nuestra atención. Es por ello que intentaré a continuación explicarlo como a mí me hubiera gustado que me lo contaran antes de ser musulmán. No hay mejor ocasión que ahora que estamos cercanos a estas fechas tan importantes para nosotros/as. Os recomendamos saquéis algo de tiempo para leerlo. Seguro que os reconfortará recordar como debemos despertar nuestros sentidos y prepararnos desde ahora mismo. Del mismo modo, este breve capítulo tal vez, si Allah (=Dios) quiere, pueda servir a cualquier persona no musulmana que desee emprender un camino de superación y de elevación espiritual.

Antes de comenzar, sería conveniente resaltar que el Islam es un modo de vida universal, es decir, es para todos los seres humanos sin distinción de raza, sexo, condición social o nacionalidad. Como ejemplo ilustrativo, diremos que tan solo alrededor del 20 % de los musulmanes son árabes, el resto son de cualquier otra nacionalidad. Para los españoles, además, tiene un arraigo histórico muy importante y profundo. En la Península Ibérica estuvo presente el Islam por 800 años y algunos más después (aunque en secreto). Es hora ya de que se de la oportunidad para sacar a la luz de una vez la verdadera historia islámica de este, ahora nuestro país. Muchos de nuestros tatarabuelos o antepasados cercanos eran musulmanes. El Islam forma parte de nuestra identidad cultural como españoles. El Islam es parte del patrimonio histórico de nuestra tierra y ha sido tratado muy injustamente, tergiversando su verdadera historia en los libros de texto que incluso hoy día se utilizan en las escuelas para nuestros hijos.

Llegan por fin tiempos en que los españoles que hemos optado por nuestra raíz religioso-cultural islámica, podemos reivindicarla y sacarla del pozo donde se arrojó por aquellos intolerantes que practicaron un genocidio, silenciado hasta hoy, para limpiarla y darle al menos una oportunidad de ser. Y que se deje de ver el Islam como algo que han traído recientemente unos extranjeros. Como dijo Antonio Gala: "es inútil luchar contra lo que está dentro de nosotros: lo español, sin el Islam, resulta inexplicable."

El Islam hizo florecer una de las más espectaculares civilizaciones, Al Andalus, que trajo la Luz a la Península y a través de ella al resto de Europa. De no haber florecido las artes y las ciencias gracias al Islam en Al Andalus, jamás se hubiese producido el Renacimiento en Europa y todo lo que ello conllevó.

Así, esperamos contribuir con esta conferencia, a un mejor conocimiento a todos/as los ciudadanos/as de nuestra filosofía de vida, para de ese modo estrechar lazos de amistad y de convivencia.

Estas breves notas están extraídas de una conferencia que preparé en una ocasión. Espero sea de agrado de los/as lectores y que Allah (=Dios) Altísimo y Glorificado sea, me perdone si cometo errores o faltas. Me he apoyado en textos científicos y en autores musulmanes como el profesor Muhammad Hamidullah y Abu Al Âlaa Al Maududi.


Foto
Vamos a exponer una serie de ideas preconcebidas erróneas, que personalmente he recogido de algunas personas que desconocen el Islam y pasaremos a analizarlas y explicarlas:

1. "El Ramadán es un acto en el que se ayuna":

NO ES CORRECTO. Ramadán es un mes lunar llamado así. Los meses lunares son 12 y Ramadán ocupa el puesto número 9. Es un mes sagrado en el Islam, porque el Generoso Corán comenzó a ser revelado en ese mismo mes. Además es sagrado porque Allah (=Dios) nos prescribió el ayuno y si Su Majestad lo desea, nos perdonará todas las faltas cometidas durante el año. El ayuno en el mes de Ramadán es uno de los 5 pilares del islam y obligatorio paratodo/a musulmán/a que no esté en algunos de los casos excepcionales que le exima de realizarlo (ver más adelante).

2. "No comen de día. De noche comen mucho y hacen fiestas".

2.1. En primer lugar definamos el ayuno en este mes sagrado, desde el punto de vista islámico:

"Durante este periodo, desde el alba hasta que se oculta el sol no se come, ni se bebe, cualquiera que sea la atracción por la comida y sean cuales fueren nuestra hambre y nuestra sed, así como tampoco se realiza ningún tipo de actividad sexual." Hasta aquí sería el aspecto material. Lo que más se desconoce y lo que realmente es más difícil es el ayuno a nivel espiritual: no mentir, no enfadarse, no calumniar, no gritar, no ser irrespetuoso, no hablar de nadie que no esté presente, etc. Teniendo en cuenta que estas últimas no deben hacerse tampoco durante el resto del año. En Ramadán intentamos pulirnos más todavía. Intentamos acercarnos a la naturaleza angelical, aunque siendo conscientes de que somos seres humanos, falibles e imperfectos, pero con la capacidad de poder intentar superarnos a nosotros mismos, de cambiar para ser mejores. ¿Qué es lo que nos hace soportar voluntariamente estos rigores? No es otra cosa que la fe y la creencia en Dios y en el Día del Juicio Final. En cada instante, durante nuestro ayuno, reprimimos nuestras pasiones y nuestros deseos y proclamamos por nuestra conducta, la supremacía de la Ley divina. Esta conciencia del deber y espíritu de paciencia que el ayuno permanente nos inculca, nos ayuda a fortificar nuestra fe. El rigor y la autodisciplina durante este mes, nos ponen cara a cara con las realidades de la existencia y nos ayudan a hacer nuestra vida de verdadera sumisión a Su voluntad.

Esto actúa en varios niveles, como el Islam en sí hace con todas sus prescripciones:

a) A nivel material: priva al cuerpo de cualquier consumo. Con el espaciamiento de las comidas en tantas horas, se consigue que los jugos gástricos y enzimas digestivas, depuren nuestro organismo de todos los residuos perjudiciales que acumulamos a lo largo del año. Se queman los lípidos y grasas almacenadas, algunas glándulas segregan ciertos ácidos que destruyen muchos gérmenes capaces de causar diferentes enfermedades. Las estadísticas indican también que, varias enfermedades del aparato digestivo y de otros órganos son más raras en aquellos a quienes se les ha habituado a ayunar cada año. De hecho la MEDICINA MODERNA ha llegado a la conclusión de que es necesario y positivo el reposo de los órganos digestivos una vez al año. Cierto número de médicos de Suiza, Alemania y otros países, prescriben para muchas enfermedades crónicas el hambre y la sed por periodos más o menos largos, según la enfermedad y la capacidad psíquica del enfermo.

Otro aspecto interesante es que, si se ayuna durante más de 40 días seguidos, se crea costumbre y si se ayuna menos de un mes no surte el debido efecto. Recordemos que el ayuno del mes de Ramadán dura justamente un mes. Un ejemplo sorprendente; cualquiera que tenga el hábito de ayunar todo el mes de Ramadán y esté acostumbrado a las oraciones nocturnas que se hacen en dicho mes, llamadas tarawih, está mejor preparado, naturalmente, para afrontar las pruebas militares de combate, que el soldado que no ha realizado nunca estos "ejercicios".

b) A nivel espiritual: se priva al ego de todos sus caprichos, demostrándonos a nosotros mismos que podemos tener un control total sobre nuestro cuerpo, de modo que también tiene un efecto muy positivo sobre nuestra psicología. Se trazan unos objetivos y metas a los cuales intentamos dirigirnos para perfeccionarnos e ir más allá de nuestras proyecciones mentales rutinarias. Se intenta ser lo más estricto posible con lo que realmente debemos hacer todo el año: no enfadarnos, no tratar mal a los demás, ni a nosotros mismos (¿cuántas veces nos maltratamos sin darnos cuenta? ¿Os habéis fijado?), etc. en definitiva, desarrollamos la capacidad de autocontrol y la paciencia. Nos reconocemos como necesitados en estos momentos. Reconocemos nuestras miserias y nuestro lado negativo. Nos reconocemos dependientes de Allah (=Dios) y el reconocer nuestro estado de precariedad nos hace dar el primer paso para sanarnos en todos los niveles.

2.2. Efectivamente, cuando se pone el sol, comemos primero un dátil y un vasito de leche o agua, para que el des-ayuno sea progresivo, además de estar establecido de ese modo por la Sunnah (=lo que hacía el Profeta Muhammad, las Bendiciones y la Paz sean con él).

Posteriormente hacemos la oración de Al Maghreb (=oración en el tiempo de la puesta de sol) a ser posible en comunidad. A continuación se toma algo de comida, que dependiendo del país o la costumbre puede variar, pero en general se come con moderación. Más entrada la noche se cena un poco. NO SE COME EN EXCESO, si queremos practicar correctamente nuestro ayuno.

2.3. No hacemos ninguna fiesta, lo que hacemos es orar todo lo que podemos durante la noche y sobre todo nos juntamos en comunidad, ya que son días de hermandad muy grandes.

c) A nivel colectivo: el ayuno tiene un impacto enorme en la sociedad, porque todos los musulmanes/as, cualquiera que sea su estatuto o condición social, deben respetar el ayuno durante el mismo mes. Esto marca la IGUALDAD esencial de los seres humanos y crea en ellos/as un sentimiento aún más profundo de amor y fraternidad. Durante el Ramadán, el mal se esconde, mientras el bien pasa a primer plano y toda la atmósfera se impregna de piedad y pureza.

3. Siguiendo con las ideas previas erróneas que muchas personas tienen acerca del ayuno, muchas veces he oído decir: "bueno, pero comen de noche, pues vaya ayuno".

Animo a cualquiera de los que no hayáis intentado ayunar a que lo hagáis como lo hacemos nosotros y os daréis cuenta que no es nada fácil. No me refiero al no comer ni beber, sino a autovigilarnos, a tener paciencia con la gente y con nosotros mismos, a no cometer faltas, que en Ramadán se hacen muy evidentes, ya que el ayuno nos despierta sentidos que están dormidos durante todo el año y frecuentemente afloran partes de nosotros mismos/as que desconocíamos, porque nos pasamos la vida dormidos, no siendo conscientes y nuestros egos se convierten en caballos salvajes, que resultan muy difíciles de dominar, si no hemos trabajado con nosotros/as mismos/as durante todo el año. 

4. Se suele pensar que "Ramadán cae en las navidades cristianas"

Si el Islam hubiese sido inventado por un ser humano, como suelen acusar los que niegan el origen divino de la revelación coránica, ¿cómo podríamos explicar el siguiente hecho?

Hace 1.400 años cuando se reveló el Generoso Corán, el Viejo Mundo no conocía la existencia del hemisferio sur. El mundo se creía era únicamente Eurasia y África. Si Allah (=Dios) Altísimo, no nos hubiese ordenado utilizar el calendario lunar para señalar nuestros eventos religiosos, qué injusto hubiese sido y qué contradictorio. Pero eso no ha sido así. Además Dios no puede ser contradictorio por definición. Los meses lunares se desfasan unos 11 días de un año a otro, con respecto de los meses solares del calendario ordinario, de modo que si por ejemplo, Ramadán este año comienza el 15 de octubre, el año que viene será aproximadamente 10 ó 11 días más atrás, es decir alrededor del 4 de octubre y así sucesivamente. De este modo los meses lunares no son fijos con respecto a las estaciones del año. Dentro de unos pocos años caerá en verano, por ejemplo.

Si el mes de Ramadán fuera un mes que siempre cayera en invierno en el hemisferio norte, entonces sería estupendo, pues los días son los más cortos del año (tienen menos horas de luz) y el ayuno sería menos costoso. Pero ¿qué pasaría con los musulmanes del hemisferio sur? Allí sería verano (por ejemplo en Argentina) y el día duraría muchísimas horas (unas 16 horas en junio). Eso sería injusto, pero la sabiduría de Allah (=Dios) ha hecho que el sistema islámico sea por igual para todos, con justicia equitativa en todos sus aspectos. Todo en el Islam tiene su sentido y su por qué. No existe un solo deber espiritual impuesto por el Corán que no vaya acompañado de un acto de razón, de meditación, de reflexión, con el fin de que el ser humano quede convencido de que le beneficia cumplirlo. Es un sistema completo y perfecto de vida para la mujer y para el hombre.

5. "¿Todos los musulmanes/as hacen ayuno?"

No, como en todo siempre hay excepciones, como por ejemplo:

- Los niños que no han llegado a la pubertad.

- Las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, pueden posponer el ayuno para más adelante si su salud o el médico lo aconsejan.

- Las mujeres con menstruación o de puerperio (posparto).

- Los ancianos/as y enfermos/as crónicos. Pero deberán alimentar a una persona necesitada por cada día que no ayunen (si tienen posibilidades económicas).

- Enfermos repentinos.

- Los/as que viajen deben romper su ayuno y comer. Es una misericordia de Allah (=Dios) obligatoria. Posteriormente pueden recuperar esos días después del mes de Ramadán.

- Otros casos particulares que deben ser consultados con un sabio islámico.

En definitiva, Ramadán es un mes de hermandad y de misericordia, porque es un mes en que Allah (=Dios) nos perdona de todas nuestras faltas cometidas a lo largo del año, si hemos practicado el ayuno de forma correcta y si está en Su voluntad, que así sea.

"¡Oh vosotros/as que creéis! Se os ha prescrito el ayuno al igual que se les prescribió a los que os precedieron ¡Ojala´tengáis temor (de Dios)!" Sura de la Vaca (2), versículo 183.

Algunas lecciones que aprendemos en el mes de ramadán practicando el ayuno:

1) Somos conscientes de nuestra precariedad y nos vemos a nosotros mismos/as como si estuviésemos frente a un espejo. Nuestras "miserias" quedan al descubierto.

2) Despertamos nuestras consciencias. Nos levantamos del profundo sueño en el que la mayoría de la humanidad subyace.

3) Como consecuencia nos sentimos necesitados de Allah (=Dios) y sentimos temor y amor a la vez, por Su majestad infinita.

4) Adquirimos paciencia y autocontrol.

5) Refinamos nuestros modales.

6) Reconocemos que podemos cambiar para mejor.

7) Nos hacemos más generosos.

8) Participamos en la unidad de todos los musulmanes/as.

9) Aprendemos disciplina.

10) Enseñamos a nuestros/as jóvenes a adorar a Allah (=Dios).

11) Cuidamos nuestra salud.

#Ramadan2013 ☪☝el Ayuno...

El tiempo del ayuno comienza a envolvernos con sus sutiles bendiciones un año más, una vuelta más en nuestro tawaf, circunvalando la kaaba de la Realidad. 
El mes de Ramadán es un mes lleno de bendiciones y de báraka. Lo han dicho los profetas, los santos y los conocedores, y nosotros lo vamos comprobando a medida que vamos viviendo como musulmanes.


El ayuno es una práctica común a todas las tradiciones, una ‘ibada humana universal. La privación voluntaria es una decisión espiritual que equilibra el exceso, compensando el debilitamiento que nos produce la repetición. El ayuno nos hace romper los hábitos que embotan nuestras vidas y nos adormecen hasta hacernos morir.
El frío nos empuja con fuerza hacia el calor. El ayuno nos lanza de lleno a la necesidad de romperlo, Alhamdulilah, nos ayuda a recordar la soledad, el hambre, la sed y el deseo para, finalmente, dejarnos a solas con nuestro rabb, con ese Señor nuestro que habla en cada una de nuestras células, en cada uno de nuestros pensamientos. Alhamdulilah, que entonces Se nos revela como el Más Sabio y Puro Conocimiento. El ayuno no sólo nos libera del mundo, sino también de nosotros mismos. Nos hace comprender, precisamente, que no somos algo diferente del mundo que habitamos. Tan vacíos estamos nosotros como el mundo. No hallamos la realidad por ningún sitio, sólo silencio, sólo quietud inanimada. Nos dice Allah en el Corán, en el Surat al Baqara:
"¡Oh vosotros que habéis llegado a creer! Se os ha prescrito el ayuno como se les prescribió a quienes os precedieron, para que os mantengáis conscientes de Allah."
(Qur’án. 2-183)
El ayuno nos prepara para la revelación del Corán, que se inició durante el mes de Ramadán. El mundo sutil, la vida de nuestras lataif, se nos revela cuando nuestra conciencia abandona los señuelos del mundo y nuestros sentidos se libran de los ídolos que los mantienen prisioneros. Cuando nuestra mente se apacigua y nuestros nafs están templándose con el ayuno, nos vamos limpiando de todas las adherencias que hemos ido adquiriendo en nuestro viaje. Nuestra atención se dirige inevitablemente hacia el interior, se repliega hacia dentro.
Nos damos cuenta de que nuestra percepción es interesada, de que miramos con el ojo formal de la mente en lugar de ver con el ojo del corazón. Oímos con el oído de la autosatisfacción, en lugar de escuchar la sinfonía de la verdadera creación, siempre sugerente y llena de sentido. Vemos aquello que queremos y creemos ver, en lugar de ver aquello que es en realidad. Eso es parte de nuestra peculiar condición. Pero también tenemos la capacidad de darle la vuelta a esa situación, mediante un movimiento del corazón, y ofrecernos a la Realidad, a la vida fluyente. Para ello es absolutamente necesario que el corazón esté limpio y purificado, para que pueda reconocer al verdadero objeto de su sentir.
El ayuno purifica nuestros corazones de las constricciones a que se ve sometido por la existencia, de las prosternaciones que hacemos a los ídolos consciente ó inconscientemente. Esta privación nos libera de todos los movimientos y pensamientos que no están conscientemente dirigidos a encontrar a Allah. Para eso nos ha prescrito Él el ayuno, como Misericordia, para que se incremente nuestra conciencia de Él, nuestra taqua, nuestro amor por Él, para tenernos más cerca proclamando el Tawhid. Y por eso es el único acto de ‘ibada que el mu’min hace para Allah Solo, como ofrenda y como expresión del sacrificio de sí mismo. Por eso, quien no puede sacrificar durante el Hayy, debe ayunar diez días. El ayuno del mu’min tiene lugar en el marco de su relación personal con su Rabb porque implica una merma del nafs, un abandono de uno mismo y un reconocimiento de aquello que nos mantiene en la Realidad.
En las prescripciones legales contenidas en el Qur’án, el ayuno aparece como expiación y reparación legal, como purificación y renovación. Quien no tiene capacidad económica para reparar un daño o liberar un esclavo deberá ayunar.
En este mes bendito tiene lugar la transición cíclica en la que el mu’min, escapando del tiempo lineal, recobra la capacidad de vivir el tiempo sagrado, cuando Allah se nos revela como al Quddús y nos procura la curación espiritual sin que sepamos cómo ni de qué manera.
Por eso Allah establece el ayuno como uno de los pilares obligatorios del din del islam, para que nuestros corazones puedan acompasarse en la hermandad del Tawhid, sentir Su expresión pura y creadora de vida en nosotros. Allah nos quiere para Él al mismo tiempo que nos quiere para nosotros. Él quiere crearnos libres para que así podamos vivir la experiencia de la soledad y del deseo. De ahí que las noches del mes de Ramadán sean especialmente benditas y que la Laylatul Qadr transcurra cuando Allah nos ha despojado ya de todas las excusas, de los lastres que nos mantienen en un estado de letargo, de conciencia lejana y extrañada.
Alhamdulillah que nos hace conocer la privación para hacernos conscientes de Él, que a cada uno de nosotros nos regala un Qur’án que se nos revela según el grado de transparencia de nuestros corazones, según nuestra capacidad de amar y de comprender. Alhamdulilah que da vida a nuestras lataif haciéndonos oír el rumor de las alas de Yibril, alehi salem.
Alhamdulillah, que nos hace reconocer la realidad por medio de esa ciencia Suya contenida en nuestra creación, por medio de ese maestro interior que siempre reverdece, aleihi salem, y cuyo discurso nos ilumina cuando estamos vacíos, cuando somos humildes. El ayuno tiene como fin purificarnos en todos los niveles de nuestra existencia. Sobre aquellos y aquellas que se privan de algo, sea lo que sea,  dice Allah en el Qur’án:
"Para todos ellos ha preparado Dios el perdón de las faltas y una magnífica recompensa."
(Qur’án, 33-35)
El ayuno, al tiempo que nos limpia, va acercándonos a la conciencia de Allah. Esta taqua acaba con el shirk, abole la idolatría, y es la antesala de la magfira, del perdón de nuestras faltas, de la reconciliación entre el siervo y su Señor. No podemos acercarnos a la Realidad mientras nos hallamos entretenidos en las imágenes, en las ideas que absorben nuestra atención, pero ¿Cuáles son nuestras faltas, nuestros errores?
Nuestras faltas son los momentos que hemos vivido alejados de Allah habiendo podido ser conscientes de Él. Nuestros errores son también esas imágenes e ideas que han quedado impresas en nuestra memoria y que, pretendiendo ser reales, no hacen sino tratar de velarnos a la Realidad, a nuestra propia conciencia trascendente. Son esos sentimientos que quedaron en algún remoto rincón de nuestro pensar, esas imágenes que quedaron grabadas con fuerza en nuestros corazones; de todas esas formas de idolatría nos libra el ayuno.
La privación sensorial devuelve la dimensión espiritual a nuestras funciones y experiencias vitales, recobrando el sentido trascendente que implican, animando la vida de las lataif. El ayuno nos ayuda a reaprender esas funciones, a valorarlas, renovando nuestra capacidad para vivir en una creación que es pura diferencia y dinamismo. Ayunar nos hace conscientes de nuestra respiración y quien ayuna gusta del silencio en su regreso hacia el interior. También recobramos la percepción, el gusto de los alimentos, el gozo de los sentidos, las vivencias más espirituales de nuestra sexualidad. "En la dificultad está la facilidad", nos dice Allah en el Qur’án. En la privación se gestan el disfrute y la abundancia de bienes.
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Existe una correlación entre los mundos. Nuestro cuerpo, nuestra nafs y nuestro ruh son distintas expresiones de una sola realidad, como nos dice la Ciencia del Tawhid, y si trabajamos en una de esas expresiones, se ven afectadas todas ellas de una manera u otra.
A través de la privación de los sentidos ordinarios, al trascender los impulsos y hábitos que estructuran nuestra vida cotidiana, Allah nos procura los sentidos sutiles, despierta nuestras lataif. A través del hambre, Allah nos recuerda el valor de los alimentos, nos descubre nuevamente los sabores y olores inimitables que componen Su creación. Por medio de la sed, Allah nos recuerda que estamos cruzando el desierto del mundo, y que el Agua es el medio por el cual Él nos crea a la vida y que no podemos dar un paso sin ella. Estar sedientos es reconocer que somos una tierra seca y dura en la que Allah hace surgir la vida mediante el agua y nos convierte así en arcilla moldeable, donde exhala Su ruh dándonos la forma que Él quiere, creando el mundo que Él quiere para nosotros. Alhamdulilah.
Allah nos hace ser conscientes de nuestra necesidad, de nuestra condición de seres dependientes, de seres sujetos, de criaturas. Así nos va conduciendo sabia y compasivamente hacia Sí Mismo, de la única manera posible, sin error, sin falta. Por medio de la continencia sexual y de la interiorización, Allah purifica nuestra visión, renovando nuestra capacidad de vivir el amor en nuestra mirada. Así Se nos revela Allah en el ayuno a través de Sus Nombres, como Ar Rashid, como Aquél que nos guía por el sendero de la virtud, Aquel que es capaz de conducirnos por la senda de la Realidad, el que nos procura la realidad, el que nos regala la conciencia.
Alhamdulilah que nos ha prescrito el ayuno como uno de los pilares obligatorios de nuestro din. Así nos beneficiamos de los dones que derrama en abundancia sobre quienes se privan de algo por Su causa.
Allahumma: Haznos conscientes de que nuestro ayuno es sólo para Ti.
Procúranos satisfacción en lo sencillo, en lo claro, en lo cercano.
Que nuestra privación de nosotros mismos se haga conciencia de Ti.
Amin.
2.
En los planos más sutiles de nuestras maqamat el silencio y la meditación son estados que Allah nos hace vivir para que nuestra existencia recobre su sentido, para que podamos re-conocer la realidad que se esconde detrás de cada color, de cada sonido, de cada olor que tocamos o degustamos, de todo nombre. Todo en esta creación es signo, nada más que señal. El ayuno purifica nuestras miradas, alejándolas de cualquier pretensión de seducción, convirtiéndolas en un intercambio de luz en Allah y para Allah.
Sobre las bendiciones contenidas en el ayuno de las palabras, Allah le dice a Mariam, en la Sura que lleva su nombre:
"Come, pues, y bebe, y que se alegren tus ojos! Y si ves a algún ser humano, hazle saber: He hecho voto de silencio al Más Misericordioso y no puedo, por ello, hablar hoy con nadie."
(Qur’án, 19-26)
Ayunamos de nosotros mismos, dejamos de prestar atención a nuestros ídolos y, en el mejor de los casos, cesan nuestras visiones al ser arrebatados por la Realidad. Alhamdulilah.
En el Riyyad As Salihin encontramos varios hadices que nos hablan sobre el ayuno de Ramadán. Existe uno de Abu Huraira, que oyó decir al Profeta, la paz sea con él:
"Dijo Allah, poderoso y majestuoso: ‘Toda práctica de adoración del hijo de Adam es para él, excepto el ayuno que es para Mí y Yo recompenso por él.’ El ayuno es protección. Y si estáis ayunando ni digáis obscenidades ni gritéis ni alborotéis. Y si alguno de vosotros es insultado o dañado, que diga ¡‘Estoy ayunando!’.
‘¡Por Aquel que tiene en sus manos el alma de Muhámmad, que el aliento de la boca de quien ayuna es mejor ante Allah que el olor del almizcle! El ayunante tiene dos grandes momentos de alegría: el momento de romper el ayuno y cuando llegue el encuentro con su Señor, se alegrará de haber ayunado."
(Lo relataron Al Bujari y Muslim.)
El ayuno es para Allah, porque nos priva de aquello que en nosotros Le vela. Es sólo para Él, porque los mejores frutos del ayuno son el fanah fillah, la extinción en la Realidad, y el baqá, el desembarco en Ella. Es sólo para Él porque nos procura la taqua, la conciencia de Allah como Único Sustentador, como nuestro Rabb. En medio de las horas de Ramadán nos vamos quedando solos y en silencio, regresando a nuestra existencia más elemental y no tenemos más quibla que aquella que nos señala nuestro imán.
Allah nos acompaña siempre, Alhamdulilah, y sólo quiere que nos demos cuenta de ello. Esa es la Háqiqa contenida en la prescripción divina de nuestro ayuno, porque el ayuno es la táriqa más poderosa para suscitar el Recuerdo, para resucitar nuestra fitrah.
El ayuno es una protección, porque no hay temor ninguno en la extinción ni en la subsistencia. Todo temor se quema en el fuego de nuestro fanal. Sólo las lataif están viviendo. Los órganos de nuestro cuerpo siguen sus mandatos con obediencia. Y así Él nos va curando de nuestros males, con esa Ciencia Suya que algunos seres humanos han llegado a conocer.
La alegría del ayuno no sólo está en romperlo y disfrutar con la satisfacción de las necesidades de nuestro cuerpo y de nuestra mente. La otra alegría, aún mayor es la del encuentro con nuestro Creador, el reconocimiento de su proximidad.